Calf Note #164 – Efecto del contenido de proteína sérica neonatal sobre el crecimiento de los terneros

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Traducción por Valeria Gonzalez Pereyra

Introducción

A los criadores de terneros se les recuerda constantemente (algunos dirían que se los fastidia) acerca de la importancia de suministrar calostro a sus terneros. Se les ha dicho que el calostro es esencial para la salud, crecimiento y luego en su producción. Más y más información estará disponible para documentar el valor del suministro de calostro en la salud de los terneros. Una publicación reciente considera el rol del calostro en la supervivencia, salud y crecimiento de terneros de raza lechera jóvenes. El estudio provee de una comprensión profunda de la importancia del primer día de vida sobre la salud del ternero y en última instancia de la rentabilidad de la empresa de cría de terneros.

Experimentos- terneras en Polonia 

En un artículo publicado por el  Journal of Dairy Science escrito por  Furman-Fratczak y col. (2011) se informaron los resultados de un estudio, utilizando  400 terneras Holstein criadas en un establecimiento lechero de Polonia. Se les suministró calostro de la madre dentro de las 2 horas del nacimiento. Luego a las terneras se les suministró calostro durante los siguientes 3 días y fueron alimentadas según el cronograma normal de ordeño del establecimiento. También se les inyectó una vacuna autógena a los 2 y 14 días de vida . Tilizando 400.

Luego del suministro de calostro, las terneras fueron criadas de acuerdo al manejo normal del establecimiento. Las IgG del calostro se estimaron mediante el calostrómetro, la IgG sérica fue estimada mediante RID (radioinmunodifusión en disco) luego del consumo de calostro (la muestra de sangre se tomó alrededor de las 35 horas de vida y se monitoreo su salud y crecimiento a lo largo del estudio

La tabla 1 muestra los datos comparados de este establecimiento. La calidad general del calostro fue buena- concentración promedio de IgG fue de 79g/L, lo cual excede el estándar de 50 g/L lo cual es considerado como “buena” calidad. Sin embargo los autores reportaron que al 9% de los terneros con la más baja concentración de IgG, se les suministró calostro que era bajo en IgG o estaba aguachento o era poco espeso.

El mayor factor que afectó la concentración sérica de IgG en el estudio (y la razón por la que tuvieron tantos terneros con concentraciones séricas de IgG<10g/L) fue el pobre consumo de calostro. Las terneras solo consumieron entre 1,4 L a 1,8 L de calostro (1,5 a 1,9 cuartos) en su primer comida. Si asumimos que la concentración de IgG promedió los 79g/L , ésto da como resultado un consumo de entre 111 a 142 gramos de IgG consumidos. Dicho valor está muy por debajo de los 150 a 200 gramos de IgG que se recomiendan sean consumidos en la primera comida. ¿Por qué consumieron las terneras tan poco calostro?. La mayoría de las terneras consumieron según su apetito. Muchas de las terneras del estudio- especialmente aquellas en el grupo con las más bajas concentraciones séricas de IgG- tuvieron un menor score de vitalidad (este score mide cuán rápidamente las terneras se paran y maman). Estos autores informaron que los terneros con baja vitalidad no tomaron demasiado y terminaron con concentraciones séricas de IgG más bajas.  

Como era de esperarse, los terneros en los grupos con la IgG sérica más baja (ej: menos de 10g/L a las 48 horas) tuvieron diarrea en mayor proporción, especialmente en los primeros 14 días de vida.   La diarrea tardía, (entre los días 15-150) fue menos afectada por la concentración sérica de IgG; sin embargo, alrededor de las 4-6 semanas de edad, la inmunidad activa propia del ternero juega un papel más importante en la resistencia a la enfermedad y el efecto del calostro materno se vuelve menos importante.

Sin embargo, de manera interesante, la tasa de infecciones respiratorias entre los días 15-150 fue afectada por la concentración sérica de IgG. Los terneros con las más altas concentraciones de IgG sérica a las 48horas tuvieron las menores tasas de infección respiratoria. Es posible que la IgG calostro protegiera a los terneros de las infecciones respiratorias, especialmente en el período temprano de crecimiento, cuando los mismos son más susceptibles. 

La edad a la inseminación mostró una tendencia similar que la concentración de IgG sérica a las 48 horas. Las terneras con las IgG séricas más altas alcanzaron el peso de inseminación (407 kg) a una menor edad que otros terneros. Esto sugiere que una más alta concentración sérica de IgG y sus consecuentes menores tasas de enfermedad dan como resultado mayores tasas de crecimiento e inseminaciones más tempranas que aquellas terneras con falla de transferencia pasiva.

Referencias

Furman-Fratczak, K., A. Rzasa,  and T. Stefaniak.  2011. The influence of colostral immunoglobulin concentration in heifer calves’ serum on their health and growth. J. Dairy Sci. 94 :5536–5543.

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